Dra. Evelyn Habit: “El conocimiento acabado de la biodiversidad permitirá lograr decisiones adecuadas para alcanzar el desarrollo que deseamos”
La directora del doctorado en Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción, Dra. Evelyn Habit, reflexionó sobre el desarrollo de las ciencias ambientales en Chile, quienes son los principales beneficiarios y los recursos destinados a esta disciplina.
El ambiente fue definido en la I Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medioambiente Humano, realizada en Estocolmo en 1972, como “el conjunto de elementos físicos, químicos, biológicos y de factores sociales, capaces de causar efectos directos o indirectos, a corto o largo plazo, sobre los seres vivos y las actividades humanas”. Por tanto es una ciencia que debe considerar muchas dimensiones, ya que la unidad de investigación es un “complejo socio-ecológico”.
Con lo anteriormente expuesto, la investigadora explicó que “las ciencias ambientales son por definición multi e interdisciplinarias, de visión holista, por lo tanto no reduccionista, pero reconociendo la importancia del aporte de las ciencias disciplinarias”.
Por un lado en Chile los avances de esta disciplina han sido difíciles: “Si bien, Chile ha avanzado en la comprensión de que los problemas complejos requieren de soluciones complejas que no provienen de la monodisciplina, también es verdad que aún se le ha encasillado estrictamente en las ciencias naturales. Es una ciencia en construcción y sus avances, no solo en Chile, son importantes pero aún insuficientes”, comentó la directora del doctorado en Ciencias Ambientales.
De esta forma, la Dra. Habit destacó la importancia de la creación del doctorado en Ciencias Ambientales en 1989, “el programa ha sido pionero a nivel del país, y ha ayudado a comprender esta visión integradora y necesaria para la resolución de problemas ambientales”.
Por otro lado, la relevancia de estos estudios en el Medioambiente radica en que los beneficiarios directos de las investigaciones son la sociedad humana, la propia naturaleza y su biodiversidad en su sentido amplio. “También debe tener como fin último la transferencia de conocimiento científico a quienes toman las decisiones, y por tanto, debe ser una investigación cuyos resultados y aportes no pueden sólo quedar en ‘papers científicos’ y ser conocidas por un grupo limitado de personas que comparten ese quehacer científico, sino que debe trascender a los ámbitos públicos y privados para lograr una mejor toma de decisiones respecto del uso de nuestros recursos” agregó la directora.
Parte de la preocupación de la Dra. Evelyn Habit, es el desarrollo sustentable al que se aspira, pues no puede sino estar en parte basado en ciencia y tecnología. “Voy a poner un ejemplo del ámbito en que me desenvuelvo como científica que es la conservación de la biodiversidad. Es claro que Chile necesita alcanzar un desarrollo energético adecuado a las aspiraciones y necesidades de crecimiento económico, pero también debe ser un crecimiento que tenga en consideración todos los resguardos ambientales necesarios para hacer que este crecimiento sea sustentable en el tiempo”.
En esta misma línea, concluyó que “solamente el conocimiento acabado de nuestra biodiversidad, vale decir, la diversidad genética de las especies, la diversidad de especies, y la diversidad de ecosistemas, permitirá realmente lograr decisiones adecuadas para alcanzar el desarrollo que deseamos, sin comprometer seriamente la biodiversidad que sustenta las actividades productivas de nuestra sociedad, y por ende el bienestar de las futuras generaciones”.